Zero waste en español es Residuo cero, el uso de ese término es básicamente reducir no sólo los residuos, sino también la basura, aunque no sea la reducción a cero y zero waste sea solo una manera no literal de definirlo.
Residuos: todo aquello que generamos pero que después de haberlo utilizado aún puede ser reutilizado, ya sea para el mismo fin o para otro, por ejemplo: el papel, el plástico reciclable (no todo el plástico lo es), aluminio y el vidrio.
Basura: Es aquello que ya no se puede reutilizar ni reciclar (las toallas desechables, los popotes, los tikets, calcomanías, etc)
El problema es…
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales(Semarnat) en México, detalla que la generación de RSU llegó a 53.1 millones de toneladas el pasado 2018, 61.2 por ciento más respecto a 2003, lo que significa que cada habitante genera 1.2 kilogramos al día, es decir, 438 kilogramos al año.
En resumen, al día generamos entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de residuos urbanos en todo el planeta, entre todos los seres humanos.
Me resulta abrumante pensar a donde van a parar todas estas toneladas de residuos, (la mayoría en los océanos o en el aire después de haberla quemado).
La problemática medioambiental a la que nos estamos enfrentando es muy grave, resultado de la falta de conciencia ecológica y de un consumismo desmedido de nosotros como sociedad, en donde compramos, usamos y tiramos para suplir no solo nuestras necesidades fisiológicas sino hasta carencias emocionales.
¿Cuál es el objetivo del movimiento zero waste?
El objetivo de este movimiento es reducir al máximo la cantidad de residuos y basura que generamos, de modo que se reduzca el impacto medioambiental que estamos provocando.
Es de suma importancia en este movimiento “residuo cero” entender que necesitar y querer algo no es lo mismo, necesitar es algo que empleemos para vivir (el agua, los alimentos, etc.), mientras que querer es creer necesitar algo que tal vez no sea de vital importancia, sino que lo deseamos porque queremos llenar carencias emocionales.
Lo más bonito del movimiento Zero waste es que trata de eliminar ese apego que tenemos con lo material, busca dar prioridad al ser, para que experimentemos la libertad de vivir en armonía con lo natural, de momentos que nos hagan ver, sentir, escuchar y oír lo realmente importante.
“Cuidemos el medio ambiente, la otra mitad… ya la destruimos”
¿Cómo llevarlo a cabo?
Fácil, tampoco se trata de que de un día para otro logremos el zero waste, pero si, ir aplicando la regla de las 5 erres, en este caso agregaré una más, entonces será seguir la regla de las 6 erres en el orden siguiente:
RECHAZAR:
Rechazar todo lo que no necesitemos, debemos reflexionar antes de aceptar cosas que realmente no ocupamos o no aportan. Rechacemos los volantes, tickets innecesario, los popotes, las bolsas desechables, objetos promocionales u ofertas que nos hacen comprar cosas que no necesitamos.
REDUCIR:
Ser un consumidor responsable, reducir el consumo de agua y energía, comprar solo cosas que realmente sean una necesidad, y elegir las que tengan mayor vida útil. También, reducir la compra de artículos con empaque, los desechables y todo aquello que resulta en basura.
REUTILIZAR:
Cambia ya todo lo desechable que sea de un solo uso, sustitúyelo por artículos hechos de material reciclable como el vidrio, acero, bambú, tela, etc. que se puedan reutilizar, por ejemplo: bolsas de tela para las compras, botellas de vidrio, popotes de acero inoxidable, termos de acero inoxidable, etc.
Empecemos a comprar a granel con nuestras bolsas de tela en el mercado y no en el super, (seguramente encontraremos productos de mayor calidad a menos precio, además apoyaremos la economía local). En cuanto a productos de cuidado personal, utilicemos la copa menstrual, las toallas femeninas de tela, las toallitas desmaquillantes de tela, cepillos de bambú, el shampoo y el jabón en pastilla; cuidamos nuestra salud y reducimos nuestros residuos.
Un punto muy importante, promovamos la compra y venta de productos de segunda mano (ropa, calzado, muebles, electrónicos, juguetes, etc.), alargamos su vida útil (alargascencia) ya que seguramente sirven y probablemente desechemos porque ya no están de moda, o simplemente no nos gusta (tal vez a otra persona si y le sea de beneficio).
REPARAR:
Repara todo lo que este fallando (electrónicos, electrodomésticos, juguetes, etc.), alarga su vida útil y evita generar más basura y desperdicio de recursos, no siempre sale mas caro reparar que compra. Si se puede reparar ¡a repararlo! Si no, busca la opción de comprar de segunda mano.
RECICLAR:
Reciclemos todo aquello que no podamos reutilizar, como el papel, el vidrio, aluminio, plástico reciclable, etc. en cada ciudad hay centros de acopio para estos materiales, solo hay que informarnos e identificarlos.
ROT (COMPOSTAR, DESCOMPONER:
Todos nuestros residuos orgánicos podemos convertirlos nuevamente en materia prima para nuestro jardín (estoy segura que tus plantas lo amaran).
¿Es tan difícil ser parte del movimiento zero waste?
Realmente no, no es tan difícil, es solo comenzar con pequeñas acciones que nos lleven a mejorar nuestros hábitos, y por consecuente nuestro estilo de vida. Les aseguro que se sentirán muy bien cuando la gente a su alrededor vea los cambios en su persona y puedan replicarlos, sobre todo que nuestros hijos puedan crecer con estos hábitos en pro del planeta con una buena educación ambiental.
“Por nuestro bien, por el bien de los que amamos y sobre todo por el bien de la Tierra que nos ha dado tanto”
Referencias:
Ecoblognonoa.com
semarnat.gob.mx
